La caída de las dinastías católicas, la revolución bolchevique, la primera y la segunda guerras mundiales que vieron la destrucción de antiguas alianzas y fronteras, las convulsiones de la religión, la decadencia de la moral, la destrucción de la vida familiar, el colapso de los procesos económicos y políticos, la decadencia en la música y el arte pueden atribuirse al adoctrinamiento de masas (lavado de cerebro masivo) practicado por los científicos sociales del Instituto Tavistock.
Entre los profesores de Tavistock estaba Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud. Se dice que Herr Goebbels, el Ministro de Propaganda del Tercer Reich alemán, utilizó los métodos ideados por Bernays, así como los de Willy Munzenberg, cuya extraordinaria carrera se relata en este libro sobre el pasado, el presente y el futuro. Sin Tavistock, no habrían existido la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, la Revolución Bolchevique o las guerras de Corea, Vietnam, Serbia e Irak. Sin Tavistock, Estados Unidos no se precipitaría por el camino de la disolución y el colapso.