El Autor tiene plena conciencia de que muchas de las aseveraciones contenidas en este libro sorprenderán al lector. Pero, como puede comprobarse en la referenciación y bibliografía de esta obra, se ha procurado siempre, buscar la prueba de parte contraria, o, al menos, el testimonio de personas absolutamente neutrales en relación a cada caso o situación planteados.
Algunas personas piensan que esta Edad de la Democracia Liberal o Popular es la más adecuada a la naturaleza del Hombre (o del Ciudadano, o del ‘‘Camarada’’), que vive en el mejor de los mundos posibles. Una opinión bien panglossiana. Esas mismas personas gustan de pensar ‘‘¡el confort intelectual antes que nada!’’ que las guerras, revoluciones y catástrofes que continuamente se producen en este Planeta feliz no son más que accidentes, sin autores que los produzcan, ni Fuerzas que los canalicen…
En este libro se sostiene una opinión contraria; una opinión basada en el principio de causalidad.