Ojalá no estuviera entre los judíos, una rara excepción capaz de probidad y síntesis. Plantear la cuestión del silencio de Heidegger ya es inconsciente en sí mismo y me explicaré lo más claramente posible. La historia contemporánea nos muestra claramente que el desconocimiento del orden jerárquico fundado en la supremacía de la autoridad espiritual sobre la temporal conduce necesariamente al desequilibrio, a la anarquía social, a la confusión de valores, a la dominación de lo inferior sobre lo superior, a la degeneración biológica, intelectual, moral y estética, al olvido de los principios trascendentes y, por tanto, a la negación del verdadero conocimiento que procede de la mente que penetra en las nociones de identidad y síntesis, y no de la mente que erróneamente se llama científica…