ANTES de continuar con los resultados de nuestras investigaciones sobre algunos de los cultos y sociedades más mágicos y peligrosos de la actualidad, las conclusiones a las que llegó un erudito ocultista francés pueden ser de interés, ya que apoyan y complementan algunos de nuestros puntos.
Pero primero explicaremos que el ocultismo es el conocimiento y uso del doble sexo o fuerzas creativas ocultas en toda la Naturaleza, y la Cábala judía, basada en estas mismas leyes secretas, es uno de los sistemas más eruditos y poderosos para obtener el control sobre la Naturaleza y sobre la mente y las acciones del hombre, poniendo en juego y pervirtiendo estas fuerzas con el fin de obtener poder y dominio. Es la polaridad y un método sutil de sugestión. La Revue Internationale des Sociétés Secrètes lleva algún tiempo investigando y sacando a la luz el origen milenario y el poder oculto de estas sociedades secretas, con la esperanza de ayudar también a otros investigadores, y proporcionar una selección de armas a aquellos que ya están luchando paso a paso contra la judeo-masonería contemporánea. El Sr. Henri de Guillebert, “especialista de primer orden en estas cuestiones”, ha tomado parte destacada en estas investigaciones. Damos algunos extractos de sus artículos, “Estudios de Ocultismo”:
“Se niega generalmente la importancia del papel desempeñado por las sociedades secretas en la evolución religiosa, social, económica y política… No hay rastro en la historia de los pueblos de ninguna tentativa internacional para determinar el origen, las vicisitudes, el objetivo, las reivindicaciones, la doctrina y la disciplina de las sectas, consideradas ya no como fenómenos aislados, sino como una organización permanente, así monstruosa y sólidamente formada por una multitud de partes separadas. Es, pues, hasta cierto punto, una novedad mostrar la acción del ocultismo sobre los hombres en sus fases sucesivas, estableciendo lo que son las sociedades secretas; cómo están ligadas entre sí en el tiempo y en el espacio; de dónde vienen y hacia dónde quieren conducir a los hombres; quién las constituye y quién las dirige… En nuestra época el ocultismo no puede ser más que una realidad material y humana, un problema a resolver por los métodos reconocidos de la crítica, una obra analizable por medio de investigaciones, capaz de desenmascarar las sociedades secretas en su conjunto. Observar, analizar, clasificar y comparar todas las sectas es un trabajo puramente científico…
“Judeomasonería”. – Este término puede utilizarse, haciendo todas las reservas en cuanto a su exactitud, para designar la organización compuesta de judíos cabalistas y de sociedades secretas, consideradas ya no como fenómenos aislados en el tiempo y en el espacio, sino como un todo, que tiene una doctrina y una disciplina comunes, un objetivo y métodos comunes… El método empleado consiste siempre en la perversión de las tradiciones e instituciones del cristianismo, conformándolas a las creencias y organizaciones inspiradas por el ocultismo…”. La destrucción de la familia, de la patria, de la autoridad y de la Iglesia no es para el ocultismo más que un medio… El principio de la minoría enseñante no consiste únicamente en ocultar al adepto el conocimiento de los misterios, sino también en repartir sus enseñanzas entre torcer la mentalidad y pervertir a los hombres de tal modo que se destruyan todos los obstáculos que se opongan a la instauración de su dominio sobre el mundo, y establecer su tiranía sobre una tierra liberada de todas las instituciones eclesiásticas. … El objetivo final es la entronización del llamado rey del mundo, poniendo la autoridad universal, por medio de incautos subordinados, en manos de los Grandes Maestros – todos judíos; la sujeción de todos los pueblos a estos hombres, monopolizando los cargos sociales, la transformación del hombre en un animal doméstico, la explotación de las masas por el judío, una vez suprimidas las cabezas del control cristiano.
